Siempre pensé que comer a deshoras y hacer desórdenes alimenticios, además de abusar de la comida chatarra y las bebidas, los podría regularizar con una actividad física semanal (como un partido de fútbol o un paseo en bicicleta). Siempre estaba con la excusa de “Ay yo trabajo y estudio y si empiezo una dieta perderé fuerzas o concentración” o “los días se harán largos”, o “en el verano terminando las clases comienzo un régimen”…
Me postergué así durante 3 años, siempre poniéndome excusas de “mañana si o si comienzo” y por mientras los kilos y las tallas de la ropa seguían aumentando.
El cansancio, ronquidos, dolor de rodillas y principio de hipertensión fueron la tónica de que algo estaba mal a mis 30 años.
Comencé a quitar el pan y las bebidas, estuve así 1 semana y no perdía ni un gramo, así que decidí buscar ayuda profesional y encontré a Nutrición Inteligente. Lo primero que me llamo la atención fue el nombre, por lo cual entre a la página leí todo el contenido y reserve hora.
Llegué a la consulta y la atención prestada en la recepción del centro fue muy amable y muy cortés. Me realizaron un examen de sangre y luego me atendió mi actual nutricionista que me explico el grupo de sangre y comenzamos a trabajar en conjunto… yo le conté todo lo expresado anteriormente.
Cuando comencé el tratamiento pesaba 111,8 kilos, con los índices de obesidad elevados y lo más impactante fue la edad metabólica que tenía en ese momento, ahí dije “nada más, se acabó”. La asesoría y la motivación brindada por la nutricionista fue la chispa para encender las motivaciones de decir “yo puedo”.
Al primer control luego de 1 mes de haber comenzado el tratamiento, llegué con 9 kilos menos. La ropa mucho más suelta y cómoda, con un aspecto más chispeante y con mucho mejor ánimo en el trabajo y en los estudios. Las tallas de la ropa comenzaron a disminuir de XXL, a XL.
Actualmente han pasado 5 meses del inicio del cambio de vida y he logrado bajar de peso, 20 kilos en total. La felicidad que intento plasmar es inmensa, ya que se me han entregado las herramientas para mejorar mi aspecto y mi salud física y mental.
Esto es un trabajo en equipo, la nutricionista te motivará y orientará y te entregará pautas y recomendaciones a seguir y tú ejecutas la dieta y las combinas de a poquito con actividad física y los resultados a los días se comienzan a notar…
Si lees esto te invito a no poner trabas en tu salud y felicidad, ya que ahora entiendo que la obesidad es una enfermedad y cuidarte de ella depende de ti.