Este Programa especializado está dirigido a niños (as) mayores de 5 años que buscan mejorar sus hábitos de alimentación y alcanzar un peso saludable.
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Aquí les dejamos el testimonio de la Mamá de uno de nuestros pacientes.
Con 12 años, Alfonso llegó a pesar 93 kilos. Angustiada, su mamá vio una nueva esperanza en Nutrición Inteligente. Revisa su testimonio.
¿Cómo y por qué llegaron a Nutrición Inteligente?
Llegamos a Nutrición Inteligente buscando ayuda, ya que después de pasar por diferentes médicos, con tratamientos desesperados y con mucha angustia al ver que nada nos daba resultado, vimos un reportaje en la televisión, el que trataba de este programa para niños obesos. Al verlo creímos que era una nueva esperanza.
¿Qué nivel de sobrepeso tenía Alfonso?
Alfonso tiene 12 años. Cuando llegamos pesaba 93 kilos. Fue terrible para mí ver que mi hijo se encontraba así.
¿Por qué crees que llegó a ese nivel de sobrepeso?
La vida de Alfonso se complicó a partir de los 4 años, cuando de un momento a otro, le dio una crisis asmática, la que se agravó llegando a ser un asmático severo, con hospitalización, corticoides y otros medicamentos. Ahí comenzó una sobreprotección debido a su enfermedad y no nos dimos cuenta del daño que estábamos causando.
¿Que sentías tú como mamá frente a esa situación?
Yo me siento y sentía culpable, por no poder hacer más. Me cuestionaba día a día si estaba haciendo algo mal. Yo también tengo sobrepeso desde niña y sé lo que se siente. No quería que mi hijo lo sintiera y no pude evitarlo. Pero no me rindo y sé que lo sacaré adelante, porque él es un niño bueno, dulce, que entrega paz, que es muy querido por sus compañeros y todos quienes lo conocen.
¿Cómo se sentía él?
A medida que fue creciendo, Alfonso siempre se vio como un niño más grande que sus pares. Y eso a veces lo frustraba un poco, por ejemplo, no encontraba la talla del pijama con monitos que quería o no lo dejaban subir a los juegos inflables. Yo sé que sufría, nunca voy a olvidar su cara de pena, como bajaba la mirada y que me decía: “no importa mamá”.
¿Qué problemas anímicos presentaba?
La verdad es que él nunca habló de su peso, pero se limitaba algunas veces, sabía que muchas cosas no las podía hacer. Se enojaba cuando buscábamos ropa, porque no le quedaba lo que a él le gustaba. Cambiaba rápidamente de ánimo, tal vez no se notaba mucho, pero yo identificaba su tristeza, porque una madre lo puede ver sin la necesidad de que su hijo se lo diga.
¿Qué cosas que hace un niño normal no podía hacer Alfonso?
Por ejemplo en el colegio no se sacaba el polerón, cuando iba a la piscina o a la playa usaba su polera de baño. Se sentía protegido con ella. Como contaba antes, a veces no podía subirse a los juegos y muchas otras cosas. Finalmente no podía ser libre, libre como debe ser un niño.
¿Cómo se siente ahora que ha bajado de peso?
Ahora que ha bajado de peso está feliz. Siempre voy a recordar su cara de felicidad el día que lo pesaron en el control. Había bajado y la nutricionista lo felicitó. Salió súper contento, se notaba que su felicidad venía de lo más profundo.
¿Fue difícil para él el tratamiento?
Al principio sí. Los cambios produjeron un poco de ansiedad, pero luego todos nos comprometimos para ayudarlo a él y a nosotros mismos. Entendimos que él no está solo en esto y que toda la familia lo tiene que ayudar. Con ese apoyo, todo se hizo más fácil.
¿Qué les dirías a otras mamás que tienen hijos con sobrepeso?
Yo les diría que sí existe una salida. Que cuando hay compromiso, hay resultados. A veces cuesta, pero hay que dar la pelea, porque es un beneficio para toda la familia y cuando vean la satisfacción y felicidad de sus hijos, todos los esfuerzos habrán valido la pena.