«Desde el primer día se notó la diferencia, hasta el día de hoy que cumplí 2 meses de la consulta, nunca más me volvió el dolor de estómago.»
Durante toda mi vida sufrí de constantes dolores de estómago y vivía descompuesto. Fui a muchos doctores y siempre me decían los mismo, “Te duele la guata porque eres muy nervioso “. Eso quería decir que debía acostumbrarme a vivir así y que no había solución para mejorar mi calidad de vida. No entiendo como un profesional te puede decir algo así.
Estuve algunos años en el ejército, siempre que debíamos someternos a situaciones de capacidad física críticas, yo debía estar preocupado además de resistir físicamente y racionar mi energía, de los insoportables dolores de estómago y descomposturas. En momentos de actividades físicas de alto rendimiento, la hidratación juega un papel fundamental y la diarrea es un enemigo de esta, lo que afecta directamente en la capacidad máxima.
Siendo hombre y sin problemas de obesidad no entendía porque mi madre me insistía que acudiera a Nutrición Inteligente. Pensaba “La nutricionista es para las mujeres, deportistas o para la gente con problemas de sobrepeso”. Fue tanta la insistencia que comencé averiguar por internet para ver de qué se trataba, quede muy sorprendido con todas las certificaciones de calidad y las buenas experiencias de otros clientes por lo que me animé. Yo ahora vivo en Buenos Aires así que comencé a averiguar si es que había alguna sucursal por acá pero me enteré que eran pioneros en Latinoamérica. Cuando averigüé el precio me pareció bastante razonable así que decidí tomarme un avión y agendar una consulta.
Desde el primer momento fui muy bien atendido y la espera es mínima. Tuve una atención personalizada por 1 hora, cosa que me sorprendió por un precio tan bajo, y me dieron indicaciones claras y precisas de qué cosas debía comer, como y cuando. Todo calzaba, todas las cosas que no debía comer eran las cosas que más comía. Para mi mayor felicidad, cuando vi la cantidad de lo que debía comer, no significaba un esfuerzo ya que ahora podría comer más de lo que comía normalmente, la única diferencia era que debía seleccionar lo que comía, solo eso.
Desde el primer día se notó la diferencia, hasta el día de hoy que cumplí 2 meses de la consulta, nunca más me volvió el dolor de estómago. Despierto con mas pilas que nunca y llego al trabajo motivado y con ganas de hacer cosas nuevas. Me ha mejorado mi vida personal y profesional, he comenzado a hacer más cosas que antes no hacía.
Después sucedió lo que me esperaba, mi meró mi madre y con esas sabias palabras que varias veces escuche de ella me dijo “¿Viste que tenía razón?”.
Hoy en día le cuento a todos mis amigos de este cambio, sinceramente creo que todos tendrían que hacerlo para poder saber que es lo que los está alimentando mal o para mejorar el rendimiento en alguna actividad. También creo que los padres deberías llevar a sus hijos para saber que les están dando en casa que los puede perjudicar.
Nada más que agradecer por este nuevo estilo de vida, por que para mi no es una dieta, y felicitaciones a todos los grandes profesionales que conforman Nutrición Inteligente.
Paciente Waldo Suez
Secretor