“Nutrición Inteligente fue una solución para aliviar mis migrañas crónicas”

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Paulina Goldberg reconoce que su tratamiento con el sistema de Nutrición Inteligente para aliviar sus migrañas o las comúnmente llamadas “jaquecas” era su última alternativa para curar o al menos disminuir los síntomas de una dolencia que había ido en aumento hasta convertirse en un factor invalidante e insoportable. Cuando ya lo había intentado todo en el campo de la medicina convencional y en diversas especialidades de la medicina alternativa, desde el reiki y la acupuntura, hasta el biomagnetismo, Paulina estaba casi “entregada” a tener que vivir con una gran cantidad de fármacos para atenuar las cada vez más frecuentes crisis de su enfermedad crónica.

Según cuenta esta Ingeniero Constructor de 32 años, sus problemas de migrañas comenzaron a los 15 años, sin embargo fue cuando se fue a vivir a Perú, hace más de 3 años, que estos dolores se hicieron críticos y alteraron en forma importante su calidad de vida y también la de su marido. “El último año llegué a tener que ir a la clínica 2 o 3 veces por semana para que me inyectaran fuertes analgésicos e incluso, al final, morfina. Obviamente, que eso me creaba conflictos en todos los aspectos de mi vida, no sólo en mi trabajo, sino también con mi marido, para quien la vida era agotadora porque me acompañaba hasta las 4 o 5 de la mañana y después se iba a trabajar”.

Ahora, después de seis meses de tratamiento en el Centro Nutrición Inteligente luego de haberse realizado el examen ALCAT de intolerancias alimentarias, Paulina afirma “para mí ha sido la solución y recomendaría este sistema a todas las personas que lo necesiten. De hecho ya en Perú hablé de él a una persona que sufre de migrañas”.

Y tú ¿cómo llegaste a Nutrición Inteligente?

Fue una amiga de una amiga, que también había sufrido de migrañas muy intensas, quien me dio muy buenas referencias de Nutrición Inteligente. Esto debe haber sido en mayo pasado, del 2011, y viajaba desde Perú para seguir el tratamiento. Al principio, los controles eran cada 15 días y luego una vez al mes.

¿Cuál fue el diagnóstico del examen ALCAT de Intolerancias Alimentarias?
En realidad mi caso era bien extremo porque tenía intolerancias a muchos alimentos. Al principio el tratamiento fue bien limitante. No podía consumir una gran cantidad de productos y muchas de las cosas que sí podía comer no las encontraba en Lima, como las galletas de arroz por ejemplo. Por eso mi dieta fue más estricta de lo normal. Sin embargo, no fue traumático en el sentido de que no pasaba hambre. Siempre me ha gustado el arroz y comía harto, también los pescados y hubo una época en la que me obsesioné con las lentejas, que también estaban permitidas.

Fuiste bien rigurosa entonces ¿valió la pena?
Absolutamente. Efectivamente, fui tremendamente estricta porque en mi caso ésta era mi última opción para aliviar las migrañas crónicas. Pero gracias a ello, hace más de 3 o 4 cuatro meses que no he tenido que ir a la clínica y tampoco he usado analgésicos fuertes. Ahora mis dolores son absolutamente manejables y puedo hacer un tratamiento más bien preventivo, es decir cuando comienza el dolor tomo 2 medicamentos indicados por el médico y el dolor desaparece. Antes llegué a tomar 8 con tal de no ir a la clínica y así y todo no podía manejar los síntomas.

Tus hábitos alimenticios cambiaron ¿algo que eches de menos?

Bueno, yo era adicta a la Coca Cola. La consumía desde que me despertaba y no podía almorzar sin la bebida. Claro, era tremendamente tóxica y la dejé. Muy al comienzo veía un vaso de Coca Cola y sufría, pero después no. Ahora, me da asco. Me acostumbré a tomar mucha agua pura y agua de hierbas. Nada de bebidas o jugos con productos químicos. Estoy muy acostumbrada. Además hay alimentos que he podido ir incorporando paulatinamente a mi dieta. Aún así, me he dado cuenta que uno consume muchas cosas tóxicas y que no aportan nada al organismo. Me pasó con el té con leche, del cual era fanática. Al principio, no podía tomarlo y lo echaba de menos. Además, no podía entender que la nutricionista me dijera que mi organismo no necesitaba la leche, pero ahora me doy cuenta que ella tenía razón. Con el té, pude volver a consumirlo después de poco.

Y ¿cuáles productos son tóxicos para tu organismo? 
Bueno, el café, incluso huelo el café en grano y me dan náuseas; el vino Late Harvest que me gusta mucho, pero con sólo probarlo me da jaqueca; el queso amarillo; el chocolate y la naranja. Curiosamente, los porotos verdes! , también la lechuga escarola, que jamás me hubiese imaginado.
Lo bueno es que ahora sé perfectamente qué alimentos, bebidas o ingredientes me provocan migraña, por eso los excluí de mi alimentación y si por alguna razón los consumo conozco sus consecuencias y ya es una opción personal.

¿Otro beneficio que te haya otorgado la dieta de tu tratamiento?

He adelgazado 5 kilos y aunque no era gorda, siempre fui más bien “rellenita”, por lo cual estar más delgada ayuda igual a andar más contenta por la vida. Me siento más liviana y a la vez con mayor energía. Debe ser porque estoy más saludable. La verdad es que, aunque no lo buscaba con el tratamiento, haber bajado de peso me tiene muy contenta.
También creo que el genio me ha cambiado para mejor. Siempre he sido muy fuerte de carácter, tenía que controlarme mucho, sobre todo en el trabajo, ahora estoy “menos peleadora”. Debe ser porque he notado un cambio muy positivo en general en mi organismo, en mi estado físico.