Cecilia, paciente de Nutrición Inteligente desde hace 2 meses, sufría de fuertes dolores abdominales, cansancio extremo y otros molestos síntomas. Hoy confiesa estar muy contenta porque recuperó su calidad de vida.
Cecilia García Cavalieri, joven decoradora de 36 años, vive en Santiago desde hace 7 años luego de estar por otros 5 en Barcelona. Confiesa que sus crisis de fuertes dolores de estómago, acompañados de diarreas permanentes y nauseas comenzaron desde que empezó su vida en nuestra capital.
Explica que después de pasar los últimos 2 años de médico en médico, de hacerse “1.000” exámenes, entre ellos endoscopía y colonoscopía, de gastar todo el sueldo en salud y cuando la situación se agravó, debido al excesivo cansancio, una amiga a quien conoció en Barcelona y que en esa época tenía muchos problemas en la piel, le recomendó Nutrición Inteligente. “Mi amiga sufría de acné, manchas en la piel y otros problemas dermatológicos. Cuando me encontré con ella el año pasado, ¡tenía una piel preciosa!”, cuenta la joven decoradora. En noviembre del 2011 comenzó con su tratamiento en Nutrición Inteligente donde puso su última ficha jugándoselas “el todo por el todo” como expresa con gran entusiasmo, porque su alegría de sentirse saludable y haber recuperado su vitalidad, la transmite al instante.
¿Lo pasabas bastante mal entonces?
Pésimo porque mis crisis no tenían al parecer ninguna relación con lo que comía. Es decir, a veces “carreteaba” hasta tarde, tomaba vino por ejemplo y no tenía ningún problema, mientras que otras, comía cosas muy livianas y sufría dolores horribles. Esto fue en aumento y el año pasado era terrible porque estaba siempre muy fatigada, en la tarde me dolía la cabeza, me lagrimeaban los ojos, como que me encandilaba, en fin tenía peor salud que una persona muy anciana. Era como que si mi cuerpo me hablara para decirme que algo andaba mal.
Fuiste a varios médicos especialistas de prestigio ¿te dieron algún diagnóstico?
La verdad es que algo 100 por ciento certero, no. Me diagnosticaban que tenía parásitos, hernia al hiato, un cuadro viral, en fin. Todos coincidían en que tenía algo, pero no se sabían qué precisamente. Además yo era terriblemente dulcera, me comía 1 barra grande de chocolate todos los días del año, por ejemplo, y desordenada para comer, entonces los médicos me suprimían los dulces y me ordenaban con las comidas, mi organismo reaccionaba bien, pero al poco tiempo después volvía a lo mismo.
Y en Nutrición Inteligente ¿cuál fue el diagnóstico?
Como Nutrición Inteligente era mi última ficha, quise hacerme desde un principio el examen ALCAT además consulté por el tratamiento de la dieta del genotipo. Viendo los resultados, Andrea Chicurel me comentó que tenía una combinación de factores poco común: Mi genotipo es explorador, era no secretora y que además tenía candidiasis crónica. Con estos resultados, Andrea me analizó y la verdad es que me dijo la Biblia en cuanto a todos mis síntomas, a cómo me sentía físicamente, lo cual me dio toda la confianza y empecé a seguir la dieta y el sistema de alimentación recomendado en el tratamiento muy fielmente.
¿Muchos alimentos o ingredientes suprimidos? ¿Fue difícil en un comienzo?
Bueno, me suprimieron varias cosas, porque además de los resultados del ALCAT tuve que evitar otros alimentos que eran perniciosos por la candidiasis, pero no tuve problemas en dejar algunas cosas porque siempre he tratado de comer sano, nada para morirse. Lo único que ha sido súper difícil es dejar totalmente el chocolate y los dulces. En un principio, sobre todo. Ahora me he ido acostumbrando y muy rara vez pruebo algo dulce. Como igual harto y varias veces al día, pero todo sano.
¿Había algún alimento de los que consumías regularmente que no te hiciera bien y que tú jamás te lo imaginaste?
Me sorprendieron mucho las nueces, porque yo las comía bastante y ahora que sé que no debo consumirlas me doy cuenta que su efecto negativo lo sentía de inmediato en mi organismo, aunque sin tener idea lo que era. Y también tengo intolerancia al chocolate y la soya, que los comía habitualmente.
Pero lo que más me sorprendió fue el caso del ajo y la cebolla, que siempre me han encantado. Antes me caían pésimo, cada vez que los probaba me quería morir, entonces obviamente los dejé de comer. Sin embargo, en el ALCAT no salieron reactivas y tampoco por la dieta del genotipo. Entonces, según me explicaba Andrea Chicurel, ambos alimentos combaten a las Candidas albicans y esto provoca mucho dolor.
Y ¿los resultados del tratamiento?
Fantásticos! Nunca más he tenido dolores, salvo en dos oportunidades en que me salí de la dieta. Nunca más diarrea y las nauseas se me acabaron por completo, no estoy más fatigada y recobré la energía. Además he eliminado la grasa de mi cuerpo y se nota, porque aunque no he hecho ejercicios ni deportes, antes estaba delgada pero muy fláccida, ahora se nota mi cuerpo mucho más tonificado. Estoy contentísima por lo cual soy fiel a mi alimentación.