La Resistencia a la Insulina es una condición fisiológica originada principalmente por una mala alimentación y la falta de actividad física. No es una enfermedad en sí misma, pero predispone a otras enfermedades tales como obesidad, diabetes, hígado graso, hipertensión, colesterol y triglicéridos altos, infartos y hasta Alzheimer.
Tratamiento
El principal foco de tratamiento es el cambio en la alimentación y el aumento de la actividad física. Los estudios demuestran que el cambio en el estilo de vida son tanto o más efectivos que los tratamientos farmacológicos, por lo que debieran ser la principal forma de manejar esta condición.
En algunas personas, estas medidas no son suficientes y deben utilizarse medicamentos, pero esto debe ser supervisado por un médico.
En Nutrición Inteligente contamos con el programa VIVE_NI el que es supervisado por un equipo de nutricionistas especializadas en el tratamiento de la Resistencia a la Insulina.
Cada día cada uno de nosotros ingiere alimentos que contienen proteínas, grasas y glucosa. Cada uno de estos componentes cumple una función específica dentro de nuestro organismo. La función de la glucosa, por ejemplo, es servir como combustible o “energía” para cada una de nuestras células permitiendo que el organismo pueda funcionar adecuadamente. Por su parte, la insulina, hormona producida por las células Beta del páncreas en respuesta a la ingesta, es la encargada de enviar una señal a las células de todo nuestro organismo para que éstas permitan la entrada de la glucosa y así la transformen en energía.
¿Qué es?
La Resistencia a la Insulina ocurre cuando las células no responden a la acción de esta hormona y por consecuencia se produce un aumento en su producción o hiperinsulinismo, especialmente cuando la comida es alta en azúcar, masas y almidones. A veces, esto se acompaña de alteración en los niveles de glucosa, pero es variable de acuerdo a la etapa en la que se encuentre el problema.
¿Cómo se produce?
La principal causa de la Resistencia a la Insulina es el aumento de grasa abdominal debido al consumo excesivo de alimentos en la dieta, principalmente azucares, y por la falta de actividad física. La grasa abdominal o grasa visceral no es posible medirla por pliegues cutáneos ni tampoco es posible de eliminar con liposucción. Existen 2 formas de evaluar esta grasa abdominal:
– Con bioimpedanciometría
– Con el perímetro de cintura
¿Cuáles son los Síntomas?
Usualmente, las personas que padecen este trastorno no presentan síntomas y se sienten saludables
¿Cómo puedo saber si tengo Resistencia a la insulina?
Si tienes:
• Sobrepeso y Obesidad (Indice de Masa corporal mayor a 25)
• Perímetro de cintura mayor a 102 en hombres y más de 88 en mujeres
• Ovario poliquístico
• Colesterol sobre 200 mg/dl o Triglicéridos sobre 150 mg/dl
• Glicemia sobre 100 mg/dl
• Acantosis nigricans: Piel oscura en el cuello y axilas
• Acrocordones o “lunares de carne” en el cuello
• Sudoración excesiva en manos
• Mucho cansancio
Debieras hacerte un examen para confirmar o descartar este problema.
¿Como se diagnóstica?
Al ser una enfermedad que no presenta síntomas, la única forma de detectarla es realizando la Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa (PTGO), con medición simultánea de los niveles de insulina y glucosa en la sangre. Este examen demora 3 horas aproximadamente, ya que se van midiendo los valores en sangre de la glucosa y la insulina durante 2 horas.
Valores NORMALES en examen PTGO:
Glucosa a los 120 minutos: ≤ 140 mg/dl
Insulina a los 120 minutos: ≤ 60 mg/dl
Por ser más simple que el examen anterior, también se puede utilizar un examen muy sencillo que relaciona la Insulina basal y la glicemia, denominado HOMA, el cual simplemente se multiplica la insulina y Glicemia basal y su resultado se divide en 405. Si este valor es menor a 2.5, no existiría Resistencia a la Insulina.
Valor Normal: HOMA ≤ 2.5
Para solicitar tu hora llámanos al +56976482796 o Pre- Reserva aquí y te contactaremos a la brevedad.